La meditación es una herramienta poderosa para tener en tu recámara cuando tienes demasiadas preocupaciones. Desde la capacidad para reducir el estrés y la ansiedad, así como para controlar, comprender y observar las emociones, hasta los beneficios menos hablados, como ayudar a alcanzar los objetivos de pérdida de peso, ayudar a quienes luchan contra la adicción, mejorar las relaciones y más.
La meditación nos ayuda a escapar de nuestros pensamientos por un tiempo y ser más consciente del momento presente. Estos son algunos de los beneficios más poderosos para el cerebro y el cuerpo de una práctica diaria de meditación.
¿Por qué es tan efectiva la meditación?
Agregar una práctica de meditación puede ser una experiencia que cambia la vida. Puede ayudarte a hacer todo, desde aliviar el estrés y la ansiedad, hasta fomentar sentimientos de bienestar y autoestima e incluso puede ayudarte a dormir mejor.
1. Alivio del estrés
Una ventaja de la meditación diaria de la que todos podemos beneficiarnos es el alivio del estrés. El estrés humano puede manifestarse en nuestros cuerpos como dolor en la espalda o el cuello, como insomnio u otros problemas para dormir, como dolores de cabeza y migrañas y definitivamente afecta nuestra capacidad de concentración y concentración.
La esencia relajante de la meditación funciona no solo para reducir los niveles de cortisol (una de las principales hormonas asociadas con el estrés) sino también para ayudar a desarrollar las habilidades necesarias para hacer frente y manejar el estrés en nuestra vida diaria.
2. Mejor sueño
La naturaleza relajante de la meditación puede ayudar a calmar tu cuerpo, calmar tu mente y prepararte para dormir.
3. Claridad mental
Comenzar una práctica de meditación puede ayudarte a obtener claridad mental y concentración. Entre centrarse en tu respiración, que calma la mente, y para aliviar el estrés, te encontrarás en mejores condiciones para concentrarse durante todo el día.
Con la mente despejada y la mente renovada, puedes organizar mejor tus pensamientos y pensar con mayor claridad.
Cómo comenzar con la meditación
Comenzar una práctica de meditación puede parecer una tarea desalentadora, ¡pero no tiene que ser así! Aquí hay algunos consejos para comenzar y encaminarse hacia una mayor claridad mental, capacidad para concentrarse y concentrarse, y una mayor calma general del cuerpo y la mente.
Si estás interesado en comenzar tu propia práctica de meditación pero te preocupa cómo comenzar, nuestros consejos pueden ayudarte.
Poco a poco
Antes de decidir qué hacer, es importante tener una expectativa saludable para ti y tu nueva práctica de meditación. Al principio, lo más probable es que no puedas sentarte durante una hora y meditar.
Así que empieza con algo ligero. Empieza con solo 5-8 minutos y aumenta gradualmente el tiempo a medida que te sientas más cómodo.
Elige un lugar cómodo
Hacer tu meditación en el mismo lugar cómodo todos los días ayudará a reforzar el hábito. Establece un espacio donde practicarás tu meditación. Haz que sea cómodo tanto físicamente (para sentarse) como para que calme tu mente. Debe ser pacífico y tranquilo.
Es posible que quieras añadir una vela, algunas conchas o piedras que te gusta mirar, una planta o una imagen que te brinde alegría. Esto hará que tu meditación sea más una rutina, cada vez que pases de este lugar de meditación recordarás la tranquilidad que te brinda.
Respiración profunda del vientre
Una buena forma de empezar, sin preocuparse por lo que hace tu mente durante la meditación, es enfocarse en tu respiración. La respiración abdominal, también llamada respiración diafragmática, puede ayudarte a relajarse, disminuir tu ritmo cardíaco y tu presión arterial, y es también la base de casi cualquier práctica de meditación.
Comienza sentándose cómodamente con la espalda recta. Coloque una mano sobre su estómago e inhale por la nariz, notando cómo la mano sobre su estómago se eleva con la inhalación. Exhala por la boca, empujando todo el aire mientras comprometes tus músculos abdominales. La mano sobre tu estómago debe moverse hacia adentro mientras exhalas.
Continúa respirando: por la nariz, por la boca, enfocándose en llenar el vientre con aire para que tu mano se eleve con el estómago. ¡Eso es todo lo que necesitas! Intenta hacer este ejercicio de respiración una o dos veces al día.
Muchas personas disfrutan haciéndolos tan pronto como se despiertan, junto con algunos estiramientos suaves, para energizarlos y prepararse para el día que les espera, sin embargo, este ejercicio también puede ayudarte a relajarse y desestresarse antes de llegar a la cama.
Haz una meditación de escaneo corporal
Este es un tipo simple de meditación que enfoca tu atención en varias partes de tu cuerpo. Todo lo que necesitas hacer es concentrarte en cómo se siente cada parte de tu cuerpo, sin dar nombres a los sentimientos como buenos o malos.
Comienza acostado, las piernas rectas con los brazos relajados a los costados. Concéntrate en la respiración de tu vientre durante uno o dos minutos hasta que empieces a sentirte relajado. Luego, comenzando con los dedos de los pies, concentra todo tu poder cerebral en cualquier sensación que sientas allí durante aproximadamente 5-10 segundos más o menos. Continúa este proceso moviéndose hasta tus pies, tobillos, pantorrillas, rodillas, muslos y caderas.
Mueve tu torso, enfocándote en cada músculo de cada parte del cuerpo, a través de tu espalda y vientre, pecho, hombros y cuello, pensando en las sensaciones que sientes en cada parte.
Cuando hayas terminado, continúa respirando, relajándose en la quietud y el silencio de tu práctica hasta que estés listo para sentarte lentamente.
Movimiento tranquilo
Si estar sentado no funciona contigo, piensa en algún movimiento intencionado para ayudar a aliviar tu estrés y calmar tu cuerpo y mente. Puedes probar yoga , tai-chi, algunos estiramientos relajantes, o simplemente salir a caminar, es el movimiento que cuenta