Aunque la transición al entrenamiento virtual puede parecer desalentadora al principio, está demostrando ser una gran oportunidad para la industria del deporte.
Aumentar la audiencia, atraer nuevos socios y ampliar el negocio, es posible con el uso de la tecnología a través de un smartphone o un portátil.
Según un estudio de Les Mills (artículo en inglés), las necesidades de los miembros de un club cambian constantemente y los cursos virtuales son el futuro del sector.
Los estudios demuestran que el 75% de los usuarios en línea también asisten a clases en presencial. Y también que hay un aumento medio del 12% en la asistencia a las clases presenciales cuando los centros tienen un modelo híbrido con clases en línea y presenciales.
Guía para iniciarse en el entrenamiento virtual
Incluso antes de la llegada del COVID-19, los expertos en la industria del fitness habían definido las clases en línea como una de las mayores tendencias del fitness.
Muchos propietarios de gimnasios han transformado su modelo de negocio para incluir el entrenamiento virtual y monetizar esta nueva oferta.
Antes de sumergirte en la enseñanza de clases de fitness online y en todos los consejos para una primera sesión exitosa, te sugerimos que empieces por planificar tus clases.
En estos tiempos agitados, tener una comunidad unida dentro del club es más importante que nunca. Por eso, el entrenamiento virtual es una de las pocas oportunidades de conectar con tus clientes y hacer que interactúen entre ellos mientras ejercitan y se mantienen saludables.
Las clases en línea son, por tanto, una excelente manera de mantener a tus clientes contentos, motivados y en forma. Tanto si es la primera vez que te planteas impartir un entrenamiento virtual como si ya se lo has estudiado antes, te compartimos algunos detalles que deberás planificar de antemano.
En primer lugar, la pregunta es: «¿Cómo puedo conseguir que mis clientes sigan el curso online?»
Elementos para un entrenamiento virtual
¿Qué necesito para empezar a transmitir mis clases en directo?
Ya sean clases de yoga, HIIT o cualquier otra actividad, necesitas una solución adaptada para mantener tu oferta en línea.
Ten en cuenta que el entrenamiento virtual puede seguir proporcionando una fuente de ingresos adicional y ayudarte a retener a los clientes menos motivados.
Equipamiento adecuado
El equipamiento es, por supuesto, imprescindible. Se puede utilizar una cámara o un ordenador portátil para filmar una sesión en directo, o bien, para compartir más tarde en tu librería de vídeos.
Sin embargo, puede valer la pena invertir en un trípode y/o en una cámara web, para garantizar a tus clientes una cierta calidad de imagen.
Con el mismo espíritu de calidad del servicio, comprueba la conexión a Internet y considera la posibilidad de cambiar a una señal WiFi más potente para asegurar una conexión estable durante las clases. Seguro que no quieres que tu entrenamiento virtual se detenga constantemente, ya que no sería la mejor experiencia para tus clientes.
Ahora que tienes todo el equipo técnico preparado, no te olvides del equipo de entrenamiento.
Utiliza una esterilla, mancuernas y cualquier otro material que necesites. Pero no te olvides de comunicarle a tus socios todo lo que necesitarán para sudar durante la sesión.
Ubicación y entorno
Asegúrate de que tu espacio está bien iluminado para que todos puedan verte con claridad. La luz natural es la mejor, pero si la iluminación es escasa, un anillo de luz podría resultar muy útil.
Utiliza un fondo limpio y despejado, y coloca el logo de tu marca en algún lugar detrás de ti para que tus clientes la tengan presente y así aumentes la presencia en línea.
Tanto si instruyes cardio, HIIT, meditación o cualquier otro tipo de actividad, consigue que el ambiente tenga un aspecto profesional y acorde con la clase impartida.
Sobre todo, asegúrate de que tienes suficiente espacio para moverte y comprueba que el espacio esté ordenado antes de empezar, además de tener al alcance todo el equipo que necesitas para poder cambiar fácilmente de ejercicio.
Realiza entrenamientos de prueba
Por último, pero no por ello menos importante, es fundamental probar el sonido, la iluminación, la música y el espacio. ¡Practica, practica, practica!
Trabaja en tu actitud ante la cámara, grábate y obsérvate unas cuantas veces. Luego intenta minimizar los errores en la medida de lo posible para conseguir un entrenamiento virtual perfecto.
Atención: debes asegurarte de que la distancia con la cámara es la adecuada para que tus clientes puedan verte y oírte correctamente.
6 consejos para el entrenamiento virtual
¿Listo para empezar? Pues atento a los siguientes consejos para un entrenamiento virtual perfecto.
Siempre hay que tener un momento de introducción al principio de la clase. Este es el momento perfecto para presentar la actividad y los objetivos, pedir a los asistentes que apaguen sus micrófonos y asegurarse de que tienen todo lo que necesitan.
Repite los ejercicios varias veces si es necesario y corrige a tu público a lo largo de la sesión. Pero también, anima a la gente a mantener sus cámaras encendidas y compartir entre todos el progreso de la actividad. Por otro lado, puedes ofrecer varias opciones durante un ejercicio según el nivel de cada usuario; no todo el mundo trabaja al mismo ritmo. Finalmente, asegúrate de que los micrófonos de los clientes están silenciados durante la clase, pero deja tiempo al final para permitir la interacción entre ellos.
Lo más importante es involucrarse y hablar durante todo el proceso, para animar y motivar a tus clientes.
Entrenamiento virtual…. y ¡viral!
¿Todo listo? Pues empieza a «viralizar» el entrenamiento virtual para que todos tus clientes estén al tanto y quieran participar. Para ello, debes aprender a promocionar tus clases y entrenamientos en las redes sociales, o por otros canales de marketing como a través de tu aplicación personalizada .
De esta forma, además de programar tus clases online, también puedes establecer un límite de tiempo para que se muestren. Por ejemplo, si quieres ofrecer un entrenamiento HIIT a las 18h, tu banner publicitario puede aparecer en la app entre las 17:15h y las 18:15h.
Entrenamiento: en línea VS a la carta
¿Cuál es la diferencia entre la transmisión en directo y los vídeos pregrabados?
Por un lado, sabemos como se ha puesto de moda el «go live» por la comodidad de participar a través de un smartphone y poder compartir con amigos. Además es una manera de interactuar muy viva y dinámica.
Por otro lado, las sesiones pregrabadas, como su nombre indica, requieren de grabar primero con un dispositivo, antes de ser compartidas en plataformas online, y te dan la posibilidad de evitar errores.
La decisión de practicar uno u otro te pertenece únicamente a ti, pero veamos los pros y los contras de estas dos opciones más detalladamente.
En línea si…
Esta opción es para ti si quieres evitar costes, ya que las clases en directo evitan la necesidad de un equipo caro y de tener que editar el vídeo posteriormente.
En el entrenamiento virtual en vivo, puedes interactuar con tus miembros como si fuera una clase en presencial, ya que crea un sentido de comunidad y mantiene a los clientes en un ambiente real. En temporadas bajas, esto puede ayudar a mantener el impulso y aumentar la motivación.
Además, pueden ayudar a que la gente se sienta realmente implicada, en lugar de limitarse a seguir un vídeo en casa. Te da, como entrenador, la oportunidad de aconsejar y orientar, utilizar nombres y corregir sus movimientos. Todo esto para mantener un trato personalizado.
¿Y cuál es la trampa? Al igual que en el teatro, no hay repeticiones. Así que las clases en vivo no son para todos.
En efecto, una vez que estás en vivo, no hay pausas, lo que significa que cualquier error o problema técnico no puede ser eliminado.
A la carta si…
Si aún no has encontrado la forma de impartir tus clases en directo y no estás (todavía) seguro de ti mismo, esta es la solución ideal.
Con los vídeos a la carta, puedes cometer tantos errores como quieras y editar tus vídeos después. Nadie lo descubrirá.
Los vídeos pregrabados también son muy útiles para todos los instructores que quieran llegar a un público más amplio.
Además, puedes publicarlo en cualquier momento y lugar, y tus clientes podrán acceder al contenido tantas veces como quieran.
Por no hablar de que los vídeos pregrabados pueden ser muy útiles para los tutoriales. Incluso puedes considerar la posibilidad de pregrabar un vídeo de instrucciones para ayudar a los menos expertos en tecnología a prepararse para sus sesiones virtuales.
El inconveniente del entrenamiento virtual pregrabado es que puede ser un poco más difícil técnicamente hablando, y requerir más equipo. Necesitarás un editor de vídeo para pulirlo antes de compartirlo con los miembros.
Los vídeos pregrabados a la carta también son sinónimo de cero interacción con los clientes, lo que puede afectar a la motivación y al compromiso.
En definitiva, te recomendamos que según tu modelo de negocio, adaptes tus objetivos a largo plazo para poder integrar ambas opciones y plantar cara a las nuevas tendencias mundiales.