Cuando los gimnasios de todo el país tuvieron que cerrar temporalmente por la pandemia, muchas personas tenían la necesidad de seguir entrenando, mientras que otras decidieron iniciarse en el deporte por aburrimiento. En cualquiera de los casos, un buen número de personas optó por innovar y descubrir maneras de entrenar en casa ya que no podían entrenar en un gimnasio.
Probablemente este hecho esté directamente relacionado con los resultados de la Encuesta Mundial de Tendencias de Fitness para 2024 (encuesta en inglés, realizada anualmente por el American College of Sports Medicine), donde el entrenamiento en línea ocupó el segundo puesto. El entrenamiento en línea implica el uso de la tecnología fitness para poder realizar una transmisión digital de entrenamientos y ofrecer programas para grupos, o bien entrenamientos personales. Esto abarca tanto la transmisión en vivo como la librería de vídeos previamente grabados.
Actualmente con el buen tiempo y las vacaciones, muchos miembros optan por la comodidad de un entrenamiento virtual en casa, en lugar de tener que ir al gimnasio. Además, las estadísticas confirman que se ha convertido en una tendencia que ha llegado para quedarse. O en cualquier caso, una versión mejorada de la que vivimos durante la pandemia.
1. Entrenar en casa
Más accesibilidad y menos gasto
Una de las razones más populares para entrenar con un vídeo online es que ofrece la máxima comodidad. No es necesario salir de la cama a las 6h de la mañana para llegar a esa clase de entrenamiento de las 7h e ir con las prisas para poder llegar a tiempo al trabajo. Sin mencionar el riesgo de que la clase puede estar llena cuando llegues. En su lugar, con el entrenamiento online puedes decidir cuando es el mejor momento del día y tener flexibilidad según tu agenda de la semana para compaginar tu rutina con unos buenos hábitos. ¿Y si estás de viaje? No hay problema. Con la app Virtuagym , tu gimnasio puede compartir contigo tus entrenamientos preferidos para que los sigas a través de tu teléfono, tableta o portátil.
Además de la flexibilidad, otra gran ventaja es el precio. En ocasiones, adquirir una nueva membresía en un gimnasio puede resultar una inversión elevada (sin tener en cuenta la tarifa de matriculación). Sin embargo, los entrenamientos en línea se ofertan paralelamente como un servicio extra en muchos centros de fitness, a menudo bajo una suscripción de tan solo 9,99€ al mes. De esta manera en la que todos salen ganando: tú puedes disfrutar de un entrenamiento flexible y económicamente adaptado; y tu gimnasio puede ganar un valor añadido.
Por otro lado, cabe destacar que algunos entrenamientos en línea requieren un material específico, como pelotas de estabilidad o pesas, y en ese caso tendrás que comprarlo. Pero hay que ser realistas, si tu clase preferida es la de spinning, te recomendamos que adquieras un bono puntual para ir al gimnasio, en lugar de invertir entre 1.000 y 2.000 euros en una bicicleta estática. En ocasiones, hay que decidir cuándo es más rentable entrenar en casa o en el gimnasio.
La variedad también influye
Las opciones de entrenamiento presenciales dependen en gran medida de cada centro. Los centros más pequeños suelen ofrecer las clases colectivas tradicionales como yoga, spinning y zumba. Si hablamos de instalaciones más grandes, es posible que la variedad sea mayor pero a su vez, en ocasiones pueden tener un coste suplementario. En su lugar, la alternativa online suele ofrecer un amplio abanico de clases y modalidades. Esta diversidad de opciones puede incluso ser la pócima que necesitas para luchar contra la pereza y mantener la motivación. Y en este caso, se vuelve evidente la elección entre entrenar en casa o en el gimnasio.
A pesar de que en muchas ocasiones relacionemos directamente el fitness con la apariencia física, los estándares de belleza, o incluso, nos propongamos objetivos poco realistas; es importante recordar que la práctica regular de deporte aporta numerosos beneficios a tu salud, y los resultados llegan con el tiempo y la constancia.
2. Entrenar en el gimnasio
La seguridad ante todo
Una de las principales desventajas de los entrenamientos en línea es que no hay un instructor experimentado para darte su opinión. Entonces, no es siempre es muy seguro entrenar en casa en lugar de ir al gimnasio, ya que no puedes saber al 100% si estás practicando correctamente un ejercicio. La ventaja de tener a un entrenador cerca es también la ayuda que te proporciona para alcanzar rápidamente tus objetivos, ya que puede orientarte en cuanto a fuerza e intensidad según las metas que te hayas propuesto. Además, si estás solo y haciendo ejercicio en casa, cabe el riesgo de que te caigas o lesiones y no encuentres a nadie para ayudarte. También es importante tener en cuenta tu historial clínico, ya que si sufres alguna patología cardíaca, es recomendable tener a alguien cerca que pueda actuar en situación de emergencia.
Independientemente de lo que escojas, ya sea entrenar en casa o en un gimnasio, asegúrate de seguir entrenamientos adaptados con instructores cualificados, especialmente si tienes una condición médica. Cualquiera puede colgar un vídeo de entrenamiento en internet, pero siempre es mejor utilizar recursos fiables.
Cuida de la constancia
Como ya hemos mencionado, no siempre es fácil mantener la motivación para practicar deporte y cumplir con los objetivos. Por eso, es más sencillo si planeas una sesión de entrenamiento con tus amigos, y en ese caso, es mucho más fácil no saltarte el gym.
Si simplemente entrenas a través de vídeos en casa, es más fácil prescindir de ese momento ya que no hay nadie que pueda enterarse. Pero si en su lugar haces planes con otras personas para ir a entrenar al gimnasio, la presión social puede ayudarte a mantener la constancia. Además, el hecho de no estar solo crea un ambiente sano de competitividad en el que todos querréis dar el máximo y conseguir vuestros objetivos.
Por otro lado, ir al gimnasio con amigos es otra forma de mantener tu vida social activa cuando no tienes mucho tiempo que perder.
El modelo híbrido, la mejor estrategia
El mundo ha cambiado mucho en los últimos meses; la flexibilidad en los horarios y la modalidad de trabajar, estudiar y entrenar se han adaptado a medida que las circunstancias han ido cambiando. Por lo que queda claro que «el mundo a la carta», donde escoges cómo y cuándo quieres realizar una actividad, resulta atractivo para cualquier persona actualmente.
Si es cierto que según la época del año puede resultar más sencillo entrenar en casa o en el gimnasio, la realidad es que cada opción tiene unos beneficios concretos. Pero sin duda, la mejor manera de entrenar es combinando ambas prácticas.
En verano, puede ser mucho más práctico adquirir una suscripción de entrenamiento en línea; mientras que en invierno asistir al gimnasio puede complementar nuestras rutinas.
Y ahora que se acerca el mes de septiembre y la rutina volverá a tomar forma, es más importante que nunca hacer esta transición de la manera más agradable posible. Por eso, puedes planificar tu calendario para pasar de una semana con únicamente entrenamientos en línea, a ir integrando poco a poco entrenamientos en el gimnasio. De esta manera, cuando llegue septiembre tendrás el reflejo de asistir al gimnasio tres veces por semana y ¡ni te habrás enterado!