El mundo se divide en dos tipos de persona:
- Los que piensan que hay que estar loco para entrenar cuando hace calor y las temperaturas se acercan o superan los 30°C
- Los que no se detendrán ante nada para practicar deporte.
Si estás en esta última categoría, debes saber que serán necesarias algunas adaptaciones para poder mantener una rutina deportiva, ya que, como puedes imaginar, correr a las 13h de la tarde bajo el sol no es nada recomendable para tu salud.
Además, el verano de 2022 está incluso superando las expectativas: sol abrasador, pájaros anunciando el amanecer y temperaturas que rozan los 40˚C en algunas regiones. Pero el calor afecta directamente a nuestros cuerpos y dificulta la actividad física. Así que, la pregunta para los más deportistas sigue siendo la misma: ¿Cómo puedo seguir haciendo deporte a pesar del calor?
Descubre nuestros consejos para seguir entrenando de una forma segura durante este verano.
Entrena en interiores
Las altas temperaturas no sólo suponen un esfuerzo para el organismo, sino que éste también tiene que luchar activamente contra los rayos del sol.
Por eso el gimnasio se puede convertir en tu mejor aliado durante una ola de calor. Estás protegido del sol y te permite entrenar en las mejores condiciones posibles. Te podrás hidratar (acceso ilimitado de agua en muchos centros) y te mantendrás fresco en una sala con aire acondicionado. Además, es muy probable que estés solo o casi solo en el centro, ya que muchas personas se van de vacaciones en familia. Y en ese caso, ¿A quién no le gusta entrenar en un gimnasio casi vacío cuando hace calor?
Por otro lado, si tienes la suerte de tener un buen aire acondicionado o ventiladores potentes, no te prives de entrenar en casa cuando haga mucho calor. Después de sobrevivir a varios periodos de confinamiento, la posibilidad de quedarte en casa entrenando no es la mejor, pero tampoco es imposible.
Elige el momento adecuado
Ya conoces la expresión: «Dios ayuda a quién madruga».
Si realmente quieres entrenar al aire libre, tendrás que poner el despertador a primera hora de la mañana. Además de proporcionarte un comienzo muy positivo del día, el entrenamiento a primera hora te permitirá continuar con tu actividad al aire libre sin correr riesgos por el calor.
Para los que no son tan madrugadores y les gusta más hacer vida nocturna, este consejo también es aplicable para la noche y aprovechar para salir a entrenar alrededor de las 22h. Lo importante es encontrar un momento del día en el que las temperaturas sean más bajas. Sin embargo, hay que tener cuidado de no realizar demasiada actividad cuando queda poco para la hora de acostarse. Las hormonas que se liberan durante el deporte mantienen el cerebro despierto y es posible que te cueste conciliar el sueño.
Adapta el tipo de actividad
Si estás acostumbrado a hacer siempre el mismo deporte, éste puede ser un buen momento para probar nuevas actividades de intensidad más baja. ¿Por qué no aprovechas este momento para cambiar tu rutina, y descubrir nuevas prácticas más suaves y relajantes como el yoga o el pilates ?
El verano es también el mejor momento para descubrir o redescubrir los deportes acuáticos de interior, como la natación, el aquabike o el aquagym. Estos deportes, además de concederte un momento refrescante, son también una excelente forma de combinar el aspecto relajante de la piscina con los beneficios de una actividad deportiva.
Además, puedes considerar la posibilidad de dividir tu entrenamiento en diferentes sesiones a lo largo del día, en lugar de concentrarlo todo en un solo período largo de deporte, especialmente si ejercitas al aire libre. Es decir, en lugar de hacer una sesión de una hora, intenta hacer ejercicio en cuatro segmentos de 15 minutos a lo largo del día. Tu corazón y tu cuerpo, que suelen ponerse a prueba cuando hace calor, te lo agradecerán.
Adapta tu vestimenta
Es importante elegir la vestimenta con cuidado cuando se hace ejercicio en general, y siempre hay que asegurarse de escoger las prendas que más se adapten según la actividad que se quiera realizar. Sin embargo, esta elección se vuelve crucial si se quiere entrenar durante una ola de calor. En primer lugar, si se entrena al aire libre, es esencial protegerse de los rayos de sol. Por eso, es mejor utilizar prendas que puedan cubrir el cuerpo y mantenerlo a salvo de los rayos UV.
En segundo lugar, para evitar que el calor dificulte aún más el entrenamiento, también debes optar por ropa deportiva funcional que evacue el sudor. Aunque el algodón es un tejido excelente por su suavidad y durabilidad, llevar algodón para entrenar este verano no es la mejor opción. El tejido retiene la humedad y luego se estira cuando te mueves, provocando fricción en el cuerpo y posteriormente ampollas. En su lugar, contempla el uso de tejidos como lanas antimicrobianas u otros materiales que absorban la humedad. Estos materiales te mantienen fresco y no retienen los olores.
Encuentra tu límite
Este es el consejo más básico, pero también uno de los más importantes. El calor pone a prueba tu cuerpo incluso cuando no estás activo, así que haz lo que te haga sentir bien y escúchate a ti mismo. Acepta que tal vez tengas que dejar de lado algunos de los objetivos fijados a largo plazo, y ser un poco más tolerante durante la temporada de calor. Dejar de entrenar durante los días más calurosos, no romperá drásticamente tu rutina y podrás volver a tu entrenamiento habitual cuando las temperaturas sean más agradables.
Si a pesar de ello quieres seguir entrenando durante este periodo, te recomendamos que bajes el ritmo, o incluso, te detengas por completo si sientes alguna señal de mareo, calambres o náuseas.
En conclusión, es totalmente posible entrenar cuando hace calor. Solo tienes que tener en cuenta estos cinco consejos para poder entrenar con seguridad.
