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No siempre es fácil encontrar la motivación para ir al gym, y a menudo, caemos fácilmente en la inactividad. Esto también provoca una mayor tendencia a no respetar hábitos saludables lo cual influye directamente en nuestra salud diaria.
Por este motivo, compartimos contigo algunos consejos para que olvides todas tus excusas y te sientas preparado para darlo todo en el gym.
La motivación para ir al gym se puede planear
1. Establece unos objetivos
La mejor manera de conseguir el éxito es a través de los desafíos, cuando nos sentimos retados a cumplir con algo es más sencillo que mantengamos la motivación.
Se ha demostrado que fijar objetivos participa en la liberación de dopamina y mejora la memoria. En definitiva, nuestro cerebro ordena más fácilmente las actividades que requieren urgencia o deben finalizarse antes.
Por eso, te recomendamos que fijes objetivos fitness para mantener tu motivación. Los desafíos deben ser realistas y alcanzables, para evitar la frustración y las ganas de abandonar.
Por ejemplo, si llevas un tiempo sin practicar deporte, podrías fijarte un objetivo a corto plazo como salir a caminar cada día diez minutos durante una semana. Un objetivo intermedio podría fijarse en 30 minutos durante dos semanas, y finalmente, el objetivo a largo plazo podría ser lograr una caminata de 3km.
Tal y como nos recuerdan los centros para el control y la prevención de enfermedades (del inglés, Centers for Disease Control and Prevention), es importante para un adulto practicar 150 minutos de actividad aeróbica moderada o 75 minutos de actividad aeróbica vigorosa a la semana. También pueden combinarse ambas prácticas.
2. Diviértete en el proceso
Encontrar la motivación para practicar cualquier entrenamiento puede ser complicado, por eso, es más fácil si escoges actividades que te gusten.
Otra de las maneras de mantener la diversión es a través de la variedad. Si cambias de rutina es más facil mantener la motivación para ir al gym, ya que cada día supondrá una nueva práctica ligada a nuevos desafíos personales de entrenamiento.
Además, puedes probar nuevas actividades como clases de baile, iniciarte en artes marciales, o incluso, practica yoga para mejorar tu salud mental al mismo tiempo.
En definitiva, lo más importante es que no caigas en la monotonía y te contentes con hacer el mismo entrenamiento cada día. Si encuentras la diversión, estarás más cerca de no abandonar el deporte.
3. Más que deporte, una rutina diaria
Es muy sencillo hallar excusas para abandonar el deporte; siendo la falta de tiempo la más recurrente.
Aunque puede ser complicado adaptar nuestros horarios para incluir el deporte, debes considerar la importancia de esta actividad tanto como cualquier otra tarea que debas cumplir durante el día. De esta manera, será más fácil programar un entrenamiento y evitar saltártelo.
Pero que no cunda el pánico…Si tu agenda está a tope y no es posible hacer hueco para el deporte, tenemos otras soluciones:
- Sube por las escaleras en lugar de tomar el ascensor.
- Aprovecha tus descansos en el trabajo para pasear.
- Haz pausas regulares para estirar los músculos.
- Utiliza la bicicleta en lugar del coche (siempre que sea posible).
Básicamente, el objetivo es evitar una vida demasiado sedentaria ya que tal y como afirman varias investigaciones, el impacto en nuestra salud puede ser muy negativo.
4. Si no te acuerdas, ¡escríbelo!
¿Cuál es tu objetivo principal: perder peso, aumentar tu energía, dormir mejor? O bien, ¿sufres de alguna enfermedad crónica que requiera la práctica de deporte? En ese caso, te recomendamos que escribas el objetivo, y a medida que vayas cumpliendo con los retos a corto y largo plazo, apuntes también los beneficios. En efecto, tener todo por escrito puede recordarnos la importancia de practicar deporte y ayudarnos a mantener la motivación para volver al gym.
Por ejemplo, puedes tener un diario de ejercicios donde registres cada día el tipo de entrenamiento que has realizado, durante cuánto tiempo, y la sensación final tras el entrenamiento. La satisfacción personal es igual de importante que el progreso físico.
5. Planifica tus comidas
Cuando hablamos del diario de ejercicios, también hablamos de un diario de comidas.
De hecho, una manera de no perder la motivación por el fitness y entrenar regularmente, es adaptar tu rutina entorno a unos hábitos saludables generales. Estos hábitos incluyen una alimentación sana y equilibrada, por eso te recomendamos este blog para que descubras los beneficios que te aporta la planificación de comidas .
Comer sano te ayudará a mantener un estado de ánimo positivo y complementarlo con el deporte.
Cuida de tu mente para mantener la motivación
1. Crea un grupo con amigos, vecinos o familiares
La mejor manera para no perder la motivación por ir al gym es no ir solo. Cuando nos sentimos parte de algo, y compartimos objetivos con otras personas, aumentamos nuestra capacidad competitiva (de una manera sana) y nos sentimos más capaces de lograr nuestros objetivos.
¿No te apetece ir a entrenar y pasarte media hora en la elíptica en soledad? En su lugar, habla con algún amigo y participad juntos en alguna clase grupal (¡la diversión asegurada durante una clase de zumba no es un mito!).
2. Recompensa tu esfuerzo
Por un lado, hablamos de recompensa emocional. Tras una sesión de entrenamiento, tómate tu tiempo para saborear la satisfacción y la sensación que ha producido en tu cuerpo esta actividad. El sentimiento de realización es una de las necesidades principales del ser humano, y puede ayudar a aumentar el compromiso con el deporte a largo plazo.
Por otro lado, sabemos que hay otro tipo de felicidad relacionado con recompensas materiales. Por eso, aprovecha para fijar los objetivos más duros justo antes de las rebajas, por ejemplo. De esta manera te sentirás más merecedor de todos los artículos que compres, e incluso puedes aprovechar para renovar tu material deportivo.
3. La flexibilidad puede ser tu aliada
En ocasiones, cuando conseguimos mantener nuestra motivación e ir al gym regularmente, también tendemos a querer abusar de nuestra energía. ¡Atención! Es importante que conozcas tus propios limites y recuerdes que la diversión en el proceso es igual de importante.
No hay una meta final para el deporte. En realidad debe ser una actividad que te acompañe durante toda la vida, por eso es importante que respetes tu cuerpo y mente para lograrlo.
