Seamos honestos, a veces puede parecer que existan personas (sobre todo a través de redes sociales) que consigan llevar un estilo de cocina muy elaborado y saludable sin mucho esfuerzo. Pero todos sabemos el trabajo que requiere mantener la despensa llena y preparada para cualquier ocasión.
Lo que gastamos en comida es uno de los aspectos más flexibles de nuestro presupuesto mensual. Es decir, por lo general no hay mucha negociación cuando se trata de pagar hipotecas y alquileres cada mes, pero lo que sí decidimos es lo que añadimos a nuestro carro de la compra en el supermercado. Y esa sí es una negociación en la que podemos participar activamente.
Por eso, la planificación de comidas puede ayudarte a comer de forma saludable, a disfrutar de platos elaborados, y sobre todo a ahorrar dinero.
¿Cómo hacer que la planificación de comidas funcione para ti?
El «sistema» para la planificación de comidas que te traemos es bastante básico. Sólo debería llevarte unos minutos, y cuanto más lo hagas, más fácil te resultará. No importa si planificas una semana, un mes, una temporada entera o algo intermedio; las claves del éxito siguen siendo las mismas.
1. Haz una lista de posibles comidas
En un bloc de notas, o incluso en la nevera ten una lista de las comidas que le gusten a tu familia (y que no te importe cocinar), y apunta:
- Varios tipos de platos con carnes (pollo, ternera, cerdo, etc.)
- Platos de tipos de cocina variados (mexicana, asiática, italiana, etc.)
- Comida rápida y fácil de cocinar (hamburguesas, sándwiches, macarrones con tomate, etc.)
- Platos que necesitan mayor tiempo de elaboración (recetas de cocción lenta, recetas con restos de comida, etc.)
- Ocasiones especiales y/o los favoritos de la familia (pizza, carne/pescado a la brasa, etc.)
2. Programa las comidas de la semana en días concretos
Dependiendo de tu personalidad y de los horarios de tu familia, puedes echarle un vistazo casualmente cada mañana para planificar tu semana y elegir esporádicamente lo que vais a cenar. Sin embargo, es mejor planificar lo que vas a cocinar cada día, aunque sólo sea para utilizar tu plan de comidas (en lugar de tu tarjeta del banco para pedir comida a domicilio).
Para programar el menú, puedes utilizar un calendario real, una aplicación de teléfono como la de Virtuagym , tu agenda diaria o incluso un trozo de papel con los días anotados en un lateral.
- Introduce las comidas que se necesitan en un día concreto o para una ocasión especial (cumpleaños, fines de semana, cenas de invitados, etc.).
- Asigna las comidas fáciles a los días de mayor actividad.
- Rellena los espacios en blanco con el resto de las comidas (teniendo en cuenta las actividades programadas para esa semana).
- Ajústalo o reordénalo si es necesario, y asegúrate de que tenga sentido (los macarrones con tomate no pueden estar programados inmediatamente después de los espaguetis con albóndigas, por ejemplo).
3. Sigue el plan, pero no seas demasiado estricto
Recuerda que tu plan de comidas es sólo un plan, no un conjunto de reglas escritas sobre una piedra. Es una herramienta que puedes utilizar de la manera que mejor sirva a tu familia. Por ejemplo, si la noche se ve interrumpida inesperadamente por un partido de fútbol a última hora o si tu pareja te sorprende trayendo a casa una montaña de pizzas, haz los cambios que sean necesarios para disfrutar de la cena con tu familia. Además, puede ser útil guardarse un par de ideas bajo la manga, en caso de que un día se tuerza por completo y necesites un plan Z.
Al tener un plan de comidas flexible, evitarás estresarte si las cosas se desvían un poco. También podrás ahorrar dinero y conservar tu tranquilidad mental sin importar lo que ocurra.
¿Cómo la planificación de comidas te ayuda a ahorrar dinero?
Una vez hayas averiguado como la planificación de comidas puede adaptarse a tu estilo de vida, necesitarás descubrir todo lo que te aportará esta nueva práctica. Son muchos los beneficios que aporta; ya sea a nivel económico, o incluso para conseguir ser más eficiente en tu día a día. Por eso, te recomendamos dos consejos básicos para que consigas sacarle el mayor éxito a tu plan de comidas.
Haz la compra según la temporada
Uno de los principios más importantes para hacer una compra eficiente en el supermercado y planificar las comidas es; comprar productos de temporada. Probablemente sepas que los productos tienen diferentes temporadas en las que los precios son más bajos y la calidad es mejor, pero casi todo tiene un «ciclo de rebajas o de temporada» que cae en cualquiera de ellas:
- Otoño
- Invierno
- Primavera
- Verano
Por eso es mejor priorizar carnes y programar barbacoas en verano, y por ejemplo, dejar los arándanos a mediados de otoño. Conocer la temporada y los ciclos de venta de cada producto puede ayudarte a no desperdiciar alimentos y comprar solo lo necesario. Además, puede contribuir a que este año no aborrezcas las recetas con calabaza ya en el mes de septiembre, y en su lugar, esperes a octubre para comprar al mejor precio.
¿Qué más puedes hacer?
- Busca los folletos de los supermercados y visita ocasionalmente los mercados locales para obtener el mejor precio durante todo el mes (y congela los productos perecederos hasta que los necesites).
- Cocina un poco más para aprovechar los precios más bajos de artículos como la carne picada o la pechuga de pollo. Esta es una forma sencilla de ahorrar dinero cuando planificas las comidas.
¿Pantry challenge?
El pantry challenge o reto de la despensa es un momento de concentración previo a cocinar, en el que utilizas lo que tienes en casa antes de comprar más alimentos. De este modo, se desperdicia menos comida, se pasa menos tiempo comprando y se ahorra dinero al no comprar en exceso. Es una forma estupenda de ahorrar dinero y administrar correctamente los recursos de tu cocina.
Tal vez ya hayas oído hablar de este famoso reto, o tal vez no tengas ni idea todavía de lo práctico que puede resultar. En cualquier caso, te explicamos a continuación cómo participar en el pantry challenge de la mejor manera.
Establece las reglas del reto: Decide durante cuánto tiempo dependerás principalmente de lo que tienes en casa para cocinar (puede ser una semana, dos semanas, un mes,…¡lo que aguantes!). También es importante que definas un presupuesto de lo que vas a gastar en la compra durante el mes (o incluso, cada semana). ¿Esa cantidad incluirá también todos los productos del hogar o sólo los alimentos? Inventa cualquier otra regla que te pueda funcionar.
Establece tu objetivo del reto: Marca un objetivo claro. Tal vez quieras ceñirte a una suma de dinero concreta por semana sólo para verduras frescas y leche. Tal vez tu gasto en la compra de alimentos está fuera de control y sólo quieras estar en una media de gastos en la compra de alimentos más racional. La decisión depende de ti, pero en cualquier caso, asegúrate de que sea un logro significativo del que te sientas bien al final del reto.
Rinde cuentas: Encuentra una forma de hacer un seguimiento del reto. Puedes hacer un seguimiento del número de días que has conseguido vivir de tu despensa, o bien, puedes hacer un seguimiento de la cantidad de dinero que has gastado durante todo el proceso. Además, puedes ir más allá e incluir en tu planificación de comidas un ingrediente que desees utilizar cada día. En definitiva, utiliza al menos un método de seguimiento para responsabilizarte, y poder ceñirte al plan de alimentos que has creado.
